diciembre 27, 2010

Diez Reglas para No Extraviarse en las Excursiones

1. Contar con cartas y equipos de navegación y saber utilizarlos antes de partir; de nada sirve tener el mejor GPS o compás si no se tiene idea de cómo funcionan o qué es lo que muestran.

Las cartas deben ser leídas de antemano como para formarse una idea acerca del terreno a recorrer y los equipos deben probarse para constatar su buen funcionamiento y calibración.

2. Llevar equipos y accesorios de navegación redundantes: no se debe contar únicamente con un GPS o una carta. Lo mejor es llevar equipamiento adicional, como cartas a distintas escalas, o un GPS y una brújula.

3. Llevar un teléfono móvil y tener a mano los números de dependencias del gobierno local tales como la policía, bomberos, gendarmería, etc.

4. Avisar antes de partir sobre el itinerario a recorrer, número de personas que participan de la excursión, y detalles tales como intenciones, fecha u hora de regreso y cualquier otra cosa que pudiera servir para un rescate en caso de extravío.

5. No acostumbrarse a depender únicamente del equipo que se lleva; debe entenderse al instrumental de navegación como una ayuda, pero no hay que colocarse en una posición en la que la vida de las personas dependa exclusivamente del equipo.

6. Chequear con frecuencia y de manera regular el estado de los participantes, del equipo, y la ubicación del grupo. La frecuencia de estas verificaciones deberá aumentar de forma proporcional a la dificultad del terreno o la travesía.

7. No dejar que el grupo se separe; no se debe perder de vista a ningún integrante del mismo durante la marcha.

8. Mantener un ritmo al caminar que sea confortable para todo el mundo; hay personas que se cansan antes que otras, y hay gente que simplemente camina más despacio, aún con un buen estado físico. El ritmo del grupo debe ser parejo para todos.

9. No dejar que los menos experimentados caminen por delante o por detrás; los bisoños deben ubicarse en el medio de la fila pues son las personas con mayor probabilidad de extraviarse y requieren de la mayor supervisión.

10. Contar con un punto de encuentro: es bueno acordar un sitio al cual regresar o dirigirse en caso de extraviarse. Si todos los integrantes del grupo saben esto y les pasa algo por el estilo, sabrán hacia dónde ir y los que no se extraviaron sabrán por dónde empezar a buscarlos, ahorrando tiempo y disgustos.

El punto de encuentro debe ser una referencia clara, preferentemente ubicada en el camino ya recorrido, como para facilitar las cosas. Puede ser un arroyo, una roca, un hostal por el que se acaba de pasar, la plaza de un poblado, etc.

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